¿Qué energía es mejor para cocinar y ambientar el hogar?
Al comprar una casa, el consumo de energía en la casa está recibiendo cada vez más atención. Los certificados de eficiencia energética han evolucionado desde un simple trámite al momento de realizar un arrendamiento o venta a un principio básico para comprender el nivel de eficiencia energética de un hogar y las mejoras que se pueden realizar en el proceso de optimización.
Pero no importa cuántas medidas tomemos para que el consumo sea más eficiente, como cambiar el sistema de iluminación, o limitar la pérdida de energía mejorando el aislamiento y las ventanas, siempre habrá un consumo energético, que nos llevará a la segunda parte del ahorro, elegir el correcto y más eficiente en energía, apto para la mayoría de los usos diarios.
Gas Natural o Electricidad. ¿Cuál es mejor?
Al brindar los servicios más básicos que comparten (agua caliente, calefacción y cocina), es imposible decir categóricamente que el gas natural o la electricidad es mejor. El motivo fundamental es que esto dependerá del tipo de vivienda (vivienda unifamiliar o apartamento), la zona en la que se ubiquen, las medidas de eficiencia energética implantadas, su tamaño y uso final (habitual o segunda residencia).
Gas natural o electricidad en el sistema de calefacción.
Una de las claves para mejorar el costo del gas natural son las calderas de condensación. Su ventaja es que además de ser más respetuosos con el medio ambiente por sus menores emisiones, consumen menos gas que las instalaciones tradicionales. De hecho, aprovechan gran parte del calor perdido en forma de vapor de agua por combustión, generando una eficiencia adicional que permite ahorrar, según el uso, entre un 15% y un 30% del consumo de gas. Tiene mejor eficiencia si las instalaciones son grandes, con muchos elementos en los radiadores, ya que su eficiencia se maximiza cuando la instalación se opera a una temperatura más baja.
Cocinas sostenibles para luchar contra el cambio climático
Como resultado, en las regiones templadas frías, cuando la casa es normal y de tamaño mediano a grande (70-80 metros cuadrados), el uso de gas natural para calefacción y agua caliente es más efectivo que la electricidad. Cuanto más concentrados estén estos puntos, mayor será la eficiencia económica de la instalación de gas natural. Con estas características, el costo de instalar plantas de gas modernas con calderas de condensación pronto se verá compensado por estos ahorros. Eso sí, aunque la instalación es a base de gas natural, en regiones templadas, pero calurosas en verano, como algunos puntos de la meseta o la depresión del Ebro, el mejor complemento es disponer de una instalación eléctrica tipo split para climatización de verano.
Por otro lado, contamos con sistemas de calefacción y agua caliente eléctrica. En primer lugar, es más caro que el gas natural, por lo que se debe buscar una forma de ahorrar. Esto se logra a través de tarifas nocturnas o discriminación horaria, lo que le permite acumular energía al menor costo de tiempo (temprano en la mañana) para usar eso.
No obstante, el resultado es la energía más cara por unidad consumida si puede ser más barata, evitándose tener que contratar el servicio de gas y si sopesamos su coste de instalación menor, cuando se utiliza poco o en tiempo y esto sucede si la casa está en una zona cálida donde raramente se usa la calefacción al año, la casa es pequeña o la usamos muy esporádicamente.
Gas Natural o Electricidad en la cocina
Si bien las conclusiones son económicamente similares, con las cocinas de gas natural en la parte superior de la lista, en comparación con las cocinas eléctricas, se deben tener en cuenta los dos sistemas existentes: vitrocerámica e inducción.
La cocina de gas es más barata de consumir, no solo por el precio del gas, sino también porque permite calentar y cocinar los alimentos más rápidamente. En cuanto a su instalación, también resulta económica, apenas más cara que uno de los dos tipos de instalación eléctrica, la vitrocerámica.
La vitrocerámica es la más barata de comprar, pero la más cara para cocinar. La razón de esto es doble: consume el sistema más caro, la electricidad, y lleva mucho más tiempo calentar y cocinar los alimentos. El costo anual promedio del gas puede ser superior al 50%.
Finalmente, existen sistemas de inducción que son mucho más costosos de adquirir que la vitrocerámica e incluso las cocinas de gas, pero es el sistema eléctrico más eficiente ya que requiere mucho menos tiempo y energía para realizar su función.
Por tanto, una cocina de gas es la más asequible de media, una cocina de inducción alcanza sus costes en torno a un 20% y la vitrocerámica a su vez un 30% más.
Cuando adquirimos una casa tenemos que considerar todos los gastos desde el financiamiento con la mejor hipoteca hasta todos los gastos que tiene el inmueble y uno de los más esenciales es la energía.