Al cocinar con gas, estas 6 razones obtienen los mejores resultados
La cultura alimentaria está en auge y el sistema de cocina está en continuo desarrollo.
Sin embargo, lo último no siempre es la mejor opción.
Hoy en día, las cocinas contemporáneas pueden utilizar diferentes combustibles como fuentes de energía, como carbón, leña, electricidad o gas natural. Todos estos sistemas tienen ventajas e inconvenientes, y debemos analizarlos para determinar la solución que mejor se adapta a nuestras necesidades.
A continuación, describiremos los tipos de cocinas más comunes:
- Cocina de leña: La leña es uno de los combustibles más orgánicos, asequibles y antiguos. El sabor de la comida cocinada al fuego de leña es excepcional. A pesar de ello, encender la llama es un proceso lento que requiere de un buen sistema de ventilación en el cuarto.
- Gas: La aparición de las cocinas de gas supuso una gran transformación. Su rentabilidad principal radica en el control de la llama, ya que se enciende de inmediato y se puede regular de forma repentina hasta lograr la temperatura deseada. En comparación con otras alternativas, las cocinas de gas son seguras, estables y tienen un bajo consumo de energía.
Gas propano para hogares que no pueden utilizar gas natural: utilizan principalmente propano para calentar y proporcionar agua caliente. También es adecuado para cocinas y electrodomésticos de gas, es decir, electrodomésticos que utilizan gas para su funcionamiento, que pueden economizar hasta un 60% del consumo de energía.
- Eléctricos: Son sistemas de seguridad, fáciles de limpiar y que no requieren un mantenimiento excesivo. La cocina eléctrica puede calentar los alimentos rápidamente, pero no puede lograr el efecto de hervir a fuego lento. Su consumo energético es muy elevado.
El butano se usa ampliamente en áreas donde aún no se dispone de abastecimiento de gas natural. Su uso se puede realizar a nivel doméstico y comercial. El uso de gas butano en el área de la cocina se utiliza para cocinar y calentar alimentos en hogares donde no hay vitrocerámica, aun así, el butano es muy utilizado en equipos de mezclado que utilizan gas.
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¿Utiliza gas o vitrocerámica para cocinar?
La placa de cocción es algo que se utilizará casi todos los días durante mucho tiempo, por lo que es importante invertir en el equipo adecuado.
A pesar del reciente y vigoroso desarrollo de la vitrocerámica o las cocinas de inducción, lo cierto es que cocinar con gas, ya sea gas propano o gas natural, sigue siendo la forma más eficaz de aprovechar al máximo los alimentos.
Esta es la idea que aportan muchos chefs y directores de restaurantes de todo el mundo. La cocción a gas sigue siendo la principal elección de los expertos en el sector y, en comparación con otros métodos, presenta muchas ventajas.
Rentabilidad de la cocción a gas
Ya sea que queramos cocinar, asar, cocinar al vapor, sofreír, freír o preparar platos asados. En todos los casos, la rentabilidad de la cocción a gas es numerosa.
- Mayor eficiencia: la cocción a gas es la opción más eficaz. En base a un estudio llevado a cabo por el Instituto de Diversificación y Conservación de la Energía, las cocinas de gas son las cocinas con menos recursos necesarios para lograr su misión, y por tanto las cocinas con menos contaminación. Cuando se usa gas para cocinar, solo se emiten alrededor de 200 gramos de dióxido de carbono por kilovatio-hora consumido, mientras que 450 gramos de dióxido de carbono producido por vitrocerámicas y 360 gramos de dióxido de carbono producido por cocinas de inducción. Por tanto, el gas se posiciona como el sistema energético de cocina más ecológico y respetuoso con el ecosistema Después del gas está la cocina de inducción, la vitrocerámica y finalmente la resistencia.
- Más económico: el costo del equipo de una cocina de gas es mucho menor que el de un sistema eléctrico. Además, su consumo energético también es bajo. Según diversos análisis, se estima que al utilizar la cocción a gas podemos economizar incluso un 30% del coste respecto a otros tipos de cocción. En los locales de restauración donde el quemador permanece encendido durante mucho tiempo, este ahorro puede ser incluso mayor.
- Control de calor más rápido y mejor: una de las principales rentabilidades de la cocción a gas es la velocidad del fuego. A diferencia de la vitrocerámica, las cocina de gas nos permiten obtener el calor necesario desde el momento del encendido. La llama del fogón nos proporciona un calor instantáneo y constante, lo que nos permite ajustar el método de cocción de cada plato con mayor libertad.
- Sabores de alimentos más ricos: las cocinas de gas inevitablemente recuerdan a las cocinas convencionales. Al cocinar con gas, nos aseguramos de que el cambio en la temperatura de cocción sea mínimo para asegurar que los platos cocinados durante mucho tiempo muestren los mejores resultados. Esta capacidad de control integral nos permite conservar todas las características de los alimentos sin renunciar al color, la textura y el rico sabor de las materias primas. La cocción a gas garantiza nuestros resultados inigualables y nos proporciona platos más saludables y deliciosos.
- Versatilidad: Otra ventaja que obtenemos al cocinar con gas es que podemos utilizar cualquier tipo de electrodoméstico en el fuego. Estas cocinas aceptan todo tipo de utensilios de cocina.
- Mejor garantía: abastecimiento continuo de gas, para que podamos cocinar sin interrupciones. Al contrario de lo que puede suceder con otros suministros (como la electricidad), el gas natural nunca se corta, lo que garantiza que el producto esté siempre perfectamente cocido y se brinde el mejor servicio.
Esperamos que te haya gustado la información sobre Cocinar con gas.